Día 9

Sábado 20: Ollantaytambo – Machu Picchu: 43 km (en tren Perurail)

Arrancamos temprano ya que nuestro tren salía a las 7:02 y teníamos que estar media hora antes. Desde el Hostel nos tomamos una taximoto que por 2 soles nos dejó en la estación. Las indicaciones eran que Pocha se abrigue hasta las orejas ya que fiebre nocturna y tomar frío no se llevan bien. Dejamos las pertenencias en el baúl del auto y llevamos sólo lo indispensable para las próximas 24 hs.

interior del "Vistadome"

El “Vistadome” (así se llama el tren que nos llevó a la ida) es muy confortable, lujoso podría decirse. También, con lo que sale el pasaje… es lo menos que cabía esperar. El servicio incluyó desayuno, que sobre todo a Pocha, le vino muy bien. Sin su café, le cuesta arrancar el día. Por suerte tenía calefacción y hubo que empezar a sacarse abrigo extra.

Hora y media de agradable viaje y ya habíamos llegado al destino más lejano de todo el recorrido. A partir de allí, había que empezar a volver.

Como era temprano, nos acomodamos en el Hostel Pakarina y tomamos un breve descanso.

arribo a Aguas Calientes

Tipo 10:30 horas bajamos las pocas cuadras que nos separaban con la parada desde donde parten los buses locales que te suben a la ciudadela. Pensé que dicho traslado estaba incluido con el precio de la entrada, pero me equivoqué. Hay que pagar 25 soles por persona por cada trayecto. Como es tan caro pagué sólo subida, por lo que la bajada la haríamos a pie.

Plaza del pueblo

A las 11:00 estábamos arriba. Se suben 400 metros por zigzagueantes curvas, todo de ripio obviamente, trayecto que se hace acompañado de visitantes de todo el planeta.

Aguas Calientes o Machu Picchu pueblo

Llegamos a Machu Picchu!

No podíamos creer estar ahí! Por un lado, tanto ve uno ese lugar en fotos, programas de TV o escucha conocidos que estuvieron allí que le cuesta asimilar poder verlo en vivo. Por el otro, en nuestro caso particular habíamos programado este viaje para el año pasado y no pudimos, de modo que haber llegado, encima en auto, a pesar de los percances presentados, autoriza a decir: sueño cumplido!

Sueño cumplido!

Camino a Intipunku

Llegamos a Puerta del Sol

De entrada fuimos a la Puerta del Sol o Intipunku, donde me habían dicho que se obtenían las mejores vistas. Es una caminata que hicimos en 1:20 hs sin apurar el ritmo pues hay que ir subiendo. El trayecto tiene un desnivel de 300 metros y hacerlo a más de 2500 metros sobre el nivel del mar cansa mucho más. Sabiendo eso, elegimos hacerlo de entrada para disponer de todas las energías.

Valió la pena ya que se logra una vista espectacular. Habíamos preparado viandita para almorzar, cosa que hicimos deleitándonos con el paisaje.

incliná el rostro hacia la derecha...

Postal de Machu Picchu

escalando!!

cortadoras ecológicas de césped

Desde Puerta del Sol

Perfección Inka

piedras encajan al milímetro

La bajada hacia las ruinas es fácil. La multitud no sube ni a Intipunku, ni a las montañas MachuPicchu o WaynaPicchu. Nosotros al menos, al primer sitio fuimos y a juzgar por las fotos que aprecié desde los otros dos lugares, no me arrepiento de haber elegido esa y no otra caminata, ya que la mejor panorámica se obtiene de allí. De todos modos, si uno pretende ir al Wayna debe sacar una entrada que incluya dicho destino con varios meses de anticipación, ya que el cupo es mucho más reducido y se completa bastante tiempo antes.

bajamos caminando

Recorrimos el resto de las ruinas y emprendimos la bajada a pie a las 14:00 horas.

Debo reconocer que a pesar de ser cuesta abajo, llegué exhausto al Hostel. A la caminata al Intipunku más el resto del paseo por las ruinas, sumarle esta “bajada” fue mortal. Bárbara llegó intacta, pero yo hecho flecos. Hay que “frenar” toda mi carrocería que si no fuera por la fuerza de piernas habría ido a parar al río Urubamba en cuestión de segundos por efecto de la gravedad.

extenuado tras la caminata

Reparador baño y breve siesta nos sentaron excelente. Cenamos en uno de los tantos lugarcitos que ofrecen menú “Turista” y a descansar. Habíamos logrado concretar una de las visitas que más anhelamos en los últimos años! La “titifiebre” no había molestado y como al día siguiente empezaríamos a volver, pude dormir más tranquilo.

el pueblo en medio de las montañas

Cada foto se puede ampliar y ver en tamaño original al clickear en ella.